Hace apenas unos días, fui entrevistado por un programa de radio que permitió al final a los oyentes hacer preguntas sobre diversos aspectos del fenómeno OVNI.
Una de ellas iba en
el sentido de “¿nos dirá un día el gobierno la verdad acerca de los OVNIS y si
no, porqué no? Es, por supuesto, una pregunta perfectamente válida. Como
sabemos, -gracias a la Ley de Libertad de Información y testimonios de
testigos-, agencias de numerosos gobiernos de todo el mundo, con toda seguridad
se han interesado por la actividad OVNI. Y durante décadas además.
Hay, sin embargo, una cuestión importante a tener en cuenta
en relación con lo anterior pregunta. Es decir, existe la suposición de que
sólo porque los organismos gubernamentales han investigado en secreto
encuentros OVNI durante años, esto debe significar que tiene todas las
respuestas acerca de lo que está sucediendo en nuestros cielos. Pero, he aquí
una idea a considerar: ¿y si esos mismos organismos en realidad no tienen todas
las respuestas? De hecho, ¿y si no tienen ninguna respuesta?
Ahora, eso no quiere decir que “el gobierno” no puede haber
adquirido una enorme cantidad de datos sobre los ovnis. Una vez más, la FOIA
demuestra que durante décadas se han recogido y estudiado grandes cantidades de
datos sobre la actividad OVNI. También nos hemos enterado de la clandestina
vigilancia oficial de los abducidos por extraterrestres. Hay muchas historias
de cuerpos de extraterrestres y ovnis estrellados mantenidos en cámaras
subterráneas seguras y hangares en instalaciones fortificadas, a buen recaudo.
Y luego están los relatos increíbles que describen encuentros cara a cara entre
entidades alienígenas y representantes del gobierno.
Saber donde comienza la verdad, y donde acaban los rumores,
las mentiras, la desinformación y “el amigo de un amigo….”, es una incógnita.
Pero volviendo a la pregunta que ha iniciado este artículo, hay que decir un
par de cosas. Tal vez las agencias gubernamentales tengan realmente esos
cuerpos muertos de extraterrestres y artefactos OVNI almacenados lejos de
miradas curiosas.(¡Eso quere decir nosotros, por cierto!)
Tal vez le damos al dominio de la burocracia demasiado
crédito. Después de todo, si el suceso de Roswell, New Mexico en julio 1947
realmente se centró en torno a la colisión y a la recuperación de un extraño
vehículo e incluso cuerpos alienígenas, ¿qué habría significado para el
gobierno de entonces? Bueno, ante todo, les habría dicho que alguien, -o algo-,
estaba merodeando alrededor, espiándonos, y lo estaban haciendo en Nuevo
México, de hecho el hogar de los lugares más importantes de la época, como Los
Alamos y White Sands. Pero y si ese fuera el caso, -incluído la recuperación de
evidencias materiales-, en realidad habrían revelado algo más?
Incluso si las autopsias de los cuerpos recuperados hubieran
determinado que eran no-humanos y muy posiblemente extraterrestres, tal
determinación no habría revelado nada acerca de por qué esas entidades estaban
aquí o de dónde provenían. Tampoco se hubiera puesto de manifiesto por qué
estaban actuando, -y por qué todavía lo hacen-, de manera tan furtiva,
intrigante y misteriosa.
Sucede igual con los testimonios de pilotos militares,
informes basados en el radar y fotografías autentificadas por personal militar.
Son sin duda unos datos innegables y fascinantes, que refuerzan la teoría que
postula que estamos siendo visitados por algo, y muestra que algo extraño y
extraordinario está sucediendo. Pero, al igual que con el tema de los “cuerpos
alienígenas”, los testimonios, materiales de archivo, y datos obtenidos vía
radar no ofrecen ninguan información significativa sobre la cuestión de por qué
estas cosas están aquí o sobre lo que quieren.
Una situación similar existe en relación con el fenómeno de
la abducción alienígena. Mucho más que unos pocos abducidos han informado de lo
que suena sospechosamente como la vigilancia encubierta de sus vidas y
actividades por agencias de inteligencia. Manipulación del correo, helicópteros
volando sin marcas a baja e intimidante altura sobre hogares y llamadas
telefónicas extrañas no son infrecuentes en los círculos de abducidos.
Incluso si este es un trabajo de unidades ocultas y grupos
militares, deberíamos considerar la posibilidad muy real de que la burocracia
esté vigilando a los abducidos no porque sepan todos los pormenores de este
fenómeno. Quizás la vigilancia se lleve a cabo porque las agencias no tienen
idea de lo que realmente está detrás del misterio de las abducciones. Por
tanto, ellos espían a los abducidos con la esperanza que, -eso que afirman
tener un contacto directo con las entidades que están tras el fenómeno OVNI-,
puedan proporcionarles el conocimiento y las respuestas que buscan los que
dirigen los proyectos clasificados.
Y esto me retrotrae a la pregunta que me hicieron en la
radio hace unas noches. Aunque no se den cuenta, las personas que demandan a
las agencias gubernamentales que revelen la verdad acerca del fenómeno OVNI
están haciendo un gran acto de fe. Ellos presumen que tienen, -y ocultan-,
datos, y quizás incluso evidencias físicas también, lo que significa además que
la burocracia sabe lo que está sucediendo, y que las agencias conocen de dónde
vienen esas entidades y qué es lo que quieren de nosotros. En otras palabras,
suponen que el gobierno tiene las respuestas definitivas.
También suponen que el silencio es debido al hecho de que
los órganos de gobierno están intentando hacer ingeniería inversa con los OVNIS
recuperados, para tratar de utilizar la avanzada tecnología alienígena en
aplicaciones militares. O bien que el silencio se debe a que el gobierno ha
descubierto algo terrible que podría tener relevancia histórica y religiosa, y
que nunca puede ser revelado sin colapsar las instituciones establecidas desde
hace tiempo.
Sugiero, sin embargo, que el silencio en curso por parte del
gobierno puede ser por una razón muy diferente. El personal militar y de
inteligencia muy bien puede tener sólidas pruebas de que entidades no-humanas
(ya sean genuinos extraterrestres, seres interdimensionales, o algo
desconocido) están aquí. Pero quizás eso es todo lo que saben. Tal vez las
historias de “tratados gubernamentales con alienígenas”, y de agencias que
poseen pruebas sobre que los OVNIS vienen de tal sistema estelar o de cual
galaxia, son nada más que desinformación, ingeniosamente diseñada para que
lleguemos a la conclusión de que el gobierno sabe totalmente lo que sucede y
tiene el control de la situación.
Pero, tal vez, al final ellos no sepan nada, más allá del
sorprendente hecho de que estamos siendo visitados. El silencio oficial, cuando
se trata de OVNIS, puede no ser provocado por lo que sabe el gobierno. El miedo
abrumador a admitir su ignorancia a gran escala de lo que está ocurriendo a
nuestro alrededor, podría ser el principal factor.
NICK
REDFERN
Fuente:
http://libertaliadehatali.wordpress.com/2013/06/23/ovnis-lo-que-el-gobierno-no-sabe/